La educación de calidad también se construye desde una buena alimentación, y prueba de ello es el impacto positivo del Programa de Alimentación Escolar, que ya es una realidad en las aulas del Centro Educativo Básico José Ramón Cálix Figueroa.
Cada día, padres, madres de familia y autoridades educativas se suman con compromiso y solidaridad para garantizar que las y los estudiantes reciban una ración nutritiva y balanceada, lo que contribuye directamente a mejorar su atención, asistencia y rendimiento académico.
La implementación del Programa de Alimentación Escolar es un paso firme hacia una educación inclusiva y equitativa, demostrando que cuando la escuela y la familia trabajan de la mano, se generan transformaciones reales en la vida de los niños y niñas de Honduras.