La Red Nacional de Escuelas Agrícolas surge para potencializar y fortalecer el desarrollo agrícola de nuestro país y la metodología pedagógica. Estos institutos ofrecen programas de estudio específicos en agricultura, ganadería, horticultura y otros campos relacionados. Proporcionan a los estudiantes conocimientos técnicos y prácticos que son fundamentales para trabajar en cada sector estudiado.
“Estas escuelas, el objetivo principal es fortalecer y poder impulsar el desarrollo agrícola en estos niños, que estos niños puedan ser agentes de cambio en sus comunidades, que puedan ser líderes comunitarios y que lo adquirido, todos los conocimientos adquiridos en estas escuelas puedan ser replicados en sus comunidades”.
Las escuelas agrícolas suelen aplicar nuevas tecnologías en cada sector en el que se enfocan. Los estudiantes tienen la oportunidad de aprender sobre métodos agrícolas sostenibles, el uso de maquinaria avanzada y la implementación de prácticas modernas que aumentan la productividad y reducen el impacto ambiental.
“Estas escuelas tienen su currícula adherida a lo que es la agricultura, es una currícula especial donde también contamos con expertos en la materia, en estas escuelas como ser ingenieros agrónomos, ingenieros forestales e ingenieros agroindustriales”.
Estas escuelas se desarrollan en diferentes campos, como ser la agroindustria, la ganadería, la agricultura, toda el área pecuaria. Los niños desarrollan parcelas de manera didáctica, como cultivos de plátano, cacao, palma africana, rambután, piña, tomate, maíz, entre otros.
En un mundo donde la seguridad alimentaria es una preocupación importante, las escuelas agrícolas juegan un papel fundamental en la formación de agricultores y expertos en seguridad alimentaria. Los estudiantes aprenden sobre prácticas sostenibles, técnicas de gestión de cultivos y métodos para aumentar la producción de alimentos de manera responsable, lo que contribuye a garantizar un suministro adecuado de alimentos para la población.