En Honduras, uno de los países más desafiados por la pobreza y la desigualdad en Centroamérica, la educación se convierte en una herramienta vital para transformar realidades. Desde hace más de tres décadas, la Fundación ACOES —Acción Cultural y Educativa Solidaria— trabaja para brindar oportunidades a miles de niños y jóvenes, apostando por la solidaridad y la formación como motores de cambio.
ACOES fue fundada en 1993 por el sacerdote español Patricio Larrosa, con la misión de que los propios hondureños ayudaran a otros hondureños a salir adelante. Su lema es simple: “Aprendiendo a compartir”. Bajo esta idea, jóvenes que recibieron apoyo en su infancia hoy se convierten en voluntarios y multiplican la ayuda, creando una red de solidaridad que se expande con cada generación.
La organización gestiona más de una docena de proyectos que incluyen escuelas, comedores, guarderías, programas de becas y centros de formación. Actualmente, más de 10 mil niños y jóvenes reciben algún tipo de apoyo, especialmente en zonas marginadas de Tegucigalpa y comunidades rurales. Además, la fundación fomenta el acceso a la salud, el deporte y el desarrollo comunitario, siempre con un enfoque de participación y autogestión.
El impacto es visible muchos jóvenes que iniciaron en ACOES como alumnos hoy son profesionales y líderes comunitarios. Historias de superación personal muestran cómo la educación abre caminos que parecían imposibles. ACOES no solo construye aulas y comedores, sino que también siembra esperanza y fortalece el tejido social hondureño.
La Fundación ACOES en Honduras es un ejemplo de cómo la solidaridad puede convertirse en una cadena que cambia vidas. Un modelo que demuestra que con compromiso, educación y ayuda mutua es posible construir un futuro distinto para miles de familias hondureñas.