El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, representa una serie amenaza para la salud, especialmente en niños y niñas menores de cinco años. Ante esta realidad, la vacunación oportuna y completa es la medida más eficaz para prevenir complicaciones graves y brotes en la comunidad.
En Honduras, el esquema nacional de vacunación incluye la dosis contra el sarampión, normalmente administrada como parte de la vacuna triple viral (SRP: sarampión, rubéola y paperas), la cual debe aplicarse en los primeros meses de vida y completarse según el calendario establecido por las autoridades de salud.
Vacunar a los niños y niñas no solo los protege a ellos, sino también a toda la comunidad, especialmente a quienes no pueden ser inmunizados por razones médicas. La inmunidad colectiva es clave para frenar la propagación del virus y evitar tragedias prevenibles.
Los medios de comunicación son esenciales en este proyecto, lanzando información real que motive a la población a dejar los miedos por la vacuna y preservando la vida.
Desde el sector educativo, se hace un llamado a madres, padres y cuidadores a llevar a sus hijos e hijas a los centros de salud más cercanos para verificar su cartilla de vacunación y completar las dosis necesarias.
¡Vacunarse es un acto de amor, responsabilidad y prevención!