Los mayas estudiaron las estrellas del universo durante siglos, desarrollando conocimientos avanzados sin el uso de herramientas como telescopios, creando una precisión astronómica asombrosa.
El estudio de las estrellas, el sol y la luna de los mayas, fue el centro de su cultura y cosmovisión, convirtiéndose en una de las civilizaciones más avanzadas del mundo antiguo en astronomía.
El sol tenía un papel importantísimo, porque representaba el ciclo de la vida y la muerte, influyendo directamente en la agricultura. Estudiaron y determinaron los solsticios y equinoccios, construyendo templos y pirámides alineados con el recorrido solar.
Este estudio del cielo no solo les permitió organizar su vida diaria y agrícola, sino que también reforzó sus creencias religiosas y su concepción del universo, donde los astros eran entidades vivas que influían en el destino de los hombres y de la naturaleza.