“Yo les invito a todas las personas que nos ven y nos escuchan que se animen a aprender una lengua originaria de nuestro país Honduras, da mucha satisfacción. A todos nos gusta aprender inglés, francés, alemán; bueno porque no aprender miskitu, garífuna y les invito también que, en la medida de sus posibilidades, tratemos de iniciar, proyectar, ver hacia un futuro donde las lenguas y no solo las lenguas, los pueblos indígenas sean tratados con todo el respeto a sus derechos humanos y que puedan ejercer todas sus garantías constitucionales. Yo sé que ahora estamos en una nueva etapa y estoy muy esperanzada que esto prontamente va a empezar a tener efecto”.
En Honduras se hablan seis lenguas indígenas u originarias y de estas existen tres que están fuertemente amenazadas, esto quiere decir que tienen un número menor a mil hablantes. Estas lenguas son el Tol, hablado por el pueblo Tolupán, el Tawahka y el Pech. De estas lenguas tenemos datos muy inconclusos porque no se han llegado a hacer las investigaciones a profundidad para corroborar el número de hablantes que existen en la actualidad.
Actualmente, se están tomando medidas para evitar la pérdida de la diversidad lingüística y cultural de Honduras, sin embargo, estas medidas son insuficientes. Dentro de las iniciativas para no perder estas lenguas destacamos el apoyo de la Secretaría de Educación de Honduras, con la sub dirección de Educación para los Pueblos Indígenas de Honduras, en la cual promueven, incentivan y llevan a cabo la educación bilingüe e intercultural, igualmente en la Universidad Autónoma de Honduras, existe el grupo de investigación de la lenguas indígenas y afros de Honduras que dirige la Máster Claudia Marcela Carías.
“En Honduras se ha perdido la lengua lenca. Todos sabemos que el pueblo lenca era el más numeroso y el que tenía el mayor avance al momento de la llegada de los españoles a Honduras. Sin embargo, por esa misma razón, quizás el pueblo lenca a lo largo de todo el período colonial y después republicano ha sufrido una gran aculturación así como la pérdida de su lengua, datada más o menos en las primeras décadas del siglo XX, es decir que ya tendríamos unos 100 años de haber perdido esta lengua. Igualmente se ha perdido la lengua chortí, que se habla en el occidente de Honduras, es una lengua de la familia maya”.
La UNAH, ha instaurado cátedras para que los jóvenes continúen sus estudios y aprendan a hablar el garífuna y así una de las lenguas con más hablantes no corra el riesgo de desaparecer.
“Las lenguas más habladas en Honduras, son el miskitu, que es el que posee el mayor número de hablantes, como todos sabemos, el miskitu se habla en el departamento de Gracias a Dios, que colinda con Nicaragua, donde hay muchas regiones que también hablan miskitu. Por lo tanto, es una lengua muy hablada, nosotros hemos considerado que el peligro de deterioro de su vitalidad es bajo, porque el pueblo miskitu es muy orgulloso de su lengua, de su cultura. Entonces me parece que el miskitu no está en fuerte peligro, sin embargo, como pueblo, es un pueblo minorizado que históricamente ha sufrido marginalización. La otra lengua es la garífuna, como todos sabemos, tiene muchos hablantes, sin embargo, hemos detectado a través de varios estudios que hemos hecho en el grupo de investigación que los jóvenes y niños garífunas ya no la están practicando tanto”.
Honduras no cuenta con estudios científicos exactos para conocer el número de hablantes de las lenguas que se encuentran en peligro de extinción, pero se considera que se están haciendo esfuerzos para no perder parte de la cultura, como son estas lenguas maternas.