La joya colonial de Honduras
6 noviembre, 2025 por
Evelyn Rodriguez

Ubicada en el corazón del país, Comayagua es una de las ciudades más antiguas y emblemáticas de Honduras. Fundada en 1537 por el capitán Alonso de Cáceres bajo el nombre de Santa María de Comayagua, fue durante siglos el centro político, religioso y cultural del territorio. Su posición estratégica, entre los valles fértiles y las rutas comerciales del interior, la convirtió en una ciudad próspera, llena de historia y tradición.

 Durante la época colonial, Comayagua se consolidó como la capital de la Provincia de Honduras, bajo el dominio español. Su arquitectura refleja claramente ese pasado: calles empedradas, casas de tejas rojas y amplios portales que aún conservan la elegancia de los siglos XVII y XVIII. En su centro histórico se alza la Catedral de la Inmaculada Concepción, inaugurada en 1711, que guarda en su torre uno de los relojes más antiguos de América, construido por los árabes en el siglo XII y traído desde España.

 Comayagua también fue un importante foco religioso y educativo. Allí se estableció el primer seminario del país y varias órdenes religiosas que promovieron el arte, la enseñanza y la fe. Los retablos dorados de sus templos, sus pinturas coloniales y sus tradiciones de Semana Santa —consideradas las más bellas de Honduras— son testimonio vivo de su profundo legado cultural y espiritual.

 Hoy, la antigua capital colonial sigue siendo un museo al aire libre. Sus edificaciones restauradas, sus museos y su ambiente tranquilo atraen a visitantes nacionales y extranjeros. Comayagua representa el encuentro entre el pasado y el presente: una ciudad que conserva su esencia colonial mientras avanza hacia el futuro, orgullosa de su papel en la historia de Honduras.


 

Compartir
Archivar
Identificarse dejar un comentario

Leer siguiente
ERCE