La violencia, la pobreza y el acceso limitado a servicios sociales y a una educación de calidad afectan la vida de niñas, niños y adolescentes de Latinoamérica, en particular de Honduras, esto los obliga a tomar la difícil decisión de dejar sus países.

Es muy importante resaltar que la mayoría de población migrante y que no es documentada en incluso en las garitas de control migratorio tanto de Guatemala y México, incluso Estados Unidos, es la población infantil que se ve reflejada en las estadísticas de petición de asilo político.

 Actualmente son más de 12 mil niños hondureños que están en un proceso de asilo político en lo que es la Frontera de México, y en lo que es el cruce de México a Estados Unidos son aproximadamente más de 20 mil niños, mismos que han sido encerrados en diferentes albergues o centros de asistencia, muchos de estos centros en situaciones infrahumanos.

La última cifra que dio Honduras que fue de 10 mil niños que eran desertados del sector educativo, creo que se supera, porque las condiciones de pobreza, además del reclutamiento forzoso que tienen las bandas criminales y el impacto que ha hecho, que ha sido el cómplice perfecto como ha sido el Covid 19, y la congruencia de los huracanes ha aumentado la deserción de los niños d ellos centros educativos. 

Los riesgos que un infante pasa son terribles ya que son abusados y amenazados por las redes de trata, tráfico de órganos, bandas organizadas y hasta de mulas para el trasbordé de  drogas hacia estados Unidos. 

La Pandemia ha sido el cómplice perfecto para que a la población infantil se le vayan cerrando las oportunidades, creo que entre menos oportunidades hayan para los niños y  hasta para los adultos de tener una educación es más fácil ser manipulado no solo por el estado y el gobierno que usa al pobre como cobija sino por los grupos organizados  que va a pasos agigantados y que se aprovecha de la vulnerabilidad que tiene el estado de Honduras en materia de educación.

 Los niños deben tener toda la protección del estado, para que no tengan que huir del país o esconderse en las alas de un criminal, deben educarse con valores, con ideas esperanzadoras y no ser vehículos para la explotación infantil y con esto recurrir a la migración y dejar sus estudios.