El trastorno del espectro autista no es una barrera laboral
7 diciembre, 2022 por
Andrea Torres

La Fundación para el Tratamiento del Trastorno del Espectro Autista en Adultos de Honduras, FUNTEAH, nació en el año 2018, ante la necesidad de inclusión para los adultos con autismo, con el propósito de crear un centro especializado en apoyo a ellos, para capacitar, ayudar y albergar adultos autistas.

“Nuestra fundación está en la necesidad de crear un centro que podamos albergar, ya sea temporalmente o permanentemente a estos muchachos un día que los padres no estén, por ejemplo, si no tienen quien lo cuide esta organización FUNTEAH los acoja y que el padre diga que su hijo queda bien atendido”. 

Dirian Pereira, madre de Andrés, un adulto con autismo, expuso que la sociedad suele tener mas empatía con el niño autista que con un adulto con la misma condición, es por eso, la lucha con FUNTEAH, donde padres y madres de familia respeto y empatía.

“Hay una visión de que las personas con esta discapacidad no debe andar en la calle y es todo lo contrario, es cuando mas debemos incidir que los muchachos tengan una vida mas sociable”.

“En primer lugar la empatía de la sociedad, porque es a lo que mas uno se enfrenta, porque ellos necesitan salir, socializar, es sumamente importante que ellos aprendan la conducta de la sociedad, de las demás personas”.

Los sintomas que los padres deben observar se dan en los primeros años de vida del niño, sin embargo, cada uno presenta síntomas diferentes, asi lo comentó Lorenia López, madre de Luis Fernando. 

“Desde sus inicios, como mi cuarto hijo, yo ya con experiencia como madre, empecé a notar que el no tenía contacto visual con nadie, ni conmigo, con sus hermanos, ni con nadie de la familia y despues que no había una comunicación verbal, aislado, escondido o estaba debajo de una mesa, en el closet o debajo de la cama y una hiperactividad increíble”. Luis Fernando Torres, es un ejemplo claro que el tener autismo no limita sus capacidades laborales. 

“Yo soy Luis Fernando Torres, tengo 23 años, estudie en el Liceo San Juan y me gradué de Ciencias y Humanidades en diciembre del año 2016, he trabajado en el centro de salud el bosque que está cerca de mi casa, ahí arcivaba expedientes, fumigaba y anotaba pacientes, llevaba expedientes a la preclínica, cargaba cajas de medicamentos a la farmacia y entregaba el tratamiento a los pacientes, me gusta cantar, tocar la guitarra y el teclado, hacer ejercicio, jugar computadora y comer”.

Pero, ¿qué es la inclusión y porque se lucha tanto por ella? 

“La inclusión parte de que todos aceptemos la discapacidad de mi hijo y que, si el niño tiene un rechazo hacia mi hijo, no es porque el niño sea así, sino porque los adultos se lo han inculcado. Yo les explicaba a todos sobre el autismo, esas son las barreras que nosotros tenemos, además de que el docente que se enfrenta a un muchacho con esto, no sabe qué hacer, porque solo se le ha enseñado de manera técnica que existe la discapacidad del TDH, autismo, pero no les han dicho como tratar estos casos”. 

La vicepresidenta de FUNTEAH, aconseja a lo sociedad que antes de criticar a una familia al observar algún problema o una situación complicada, nos acerquemos a consultar cual es el problema y preguntar en que se puede ayudar, porque las personas que padecen de este trastorno, en varias ocasiones suelen expresar sus sentimientos de maneras diferentes y no se dejan tocar por cualquier persona. 

 

Por otra parte, esta fundación tiene como objetivo ayudar y capacitar jóvenes y adultos para que ellos puedan optar por un trabajo digno, ganen su propio salario y sean independientes, ya que ellos, cuentan con capacidades únicas, tal como es el caso de Diego Hidalgo, joven de 20 años que trabaja en escribir un libro de cuentos llamado “Saltitos” y Andrés Pereira, quien se ha desempeñado en varios puestos de trabajo. 

 

“Andrés Alejandro Pereira Calix, me gradué del Instituto Cultura Nacional, en Bachillerato Técnico Profesional en Informática en noviembre del 2015, yo trabajé en la politécnica en el 2016 hasta noviembre del 2018, trabajé en PANI en SEDIS, en octubre del 2019 hasta en febrero del 2020, trabajaba en el sistema con personas con discapacidad”. 

“Tenemos una gran cantidad de muchachos con grandes cualidades, así como tenemos a los otros que requieren un poco más de atención y de terapia diferente, pero, por todos ellos es esta lucha y mientras Dios nos de fuerza y capacidad para seguir en ella pues vamos a seguir”. 

El respeto, la amabilidad y sobre todo la empatía son valores que nunca se deben olvidar.

 
 

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